Resuelve los problemas de seguridad para prolongar la independencia lo más posible.

por Amy Goyer, AARP

Adapta tu hogar para cuidar a tu ser querido.

Según la encuesta “Home and Community Preferences” de AARP, 3 de cada 4 adultos mayores de 50 años dicen que quieren permanecer en su hogar y su comunidad a medida que envejecen. Y muchos lo hacen: casi 9 de cada 10 personas que reciben cuidados viven en su propia casa, en la casa de otra persona o en la casa de quien los cuida. Algunos hogares están bien adaptados para envejecer y recibir cuidados, pero hay muchos que requieren modificaciones.

Cuando mis padres necesitaron atención las 24 horas del día y se mudaron con nosotros, no teníamos el presupuesto para construir una adición o renovar completamente la casa. Pero con algo de investigación y consejos, encontré formas más simples y asequibles de hacer que la casa fuera segura y se pudiera recorrer con facilidad. Y continué adaptando el entorno a medida que cambiaban sus necesidades. Finalmente, pude remodelar completamente un baño para que mi padre estuviera seguro, e instalar rampas en los accesos de entrada.

El objetivo es ayudar a que los seres queridos tengan la mayor independencia en casa durante el mayor tiempo posible. Para adaptar tu residencia o la de tu ser querido a sus necesidades, puedes comenzar con una evaluación de la casa a cargo de un fisioterapeuta, un terapeuta ocupacional, un gestor de atención geriátrica (especialista en cuidados durante la vejez – enlace en inglés), un especialista certificado en envejecimiento en el hogar (conocidos como CAPS) o un profesional calificado a través de la Agencia del área sobre envejecimiento o el Departamento de Asuntos de Veteranos (enlaces en inglés).

Los siguientes son algunos consejos para comenzar.

1. Haz modificaciones básicas en el hogar

Aplica los principios de diseño universal para asegurar que el hogar sea cómodo y seguro para personas de todas las edades y capacidades. Asegúrate de que todas las alteraciones que hagas se puedan ajustar con facilidad, ya que las necesidades y las capacidades cambian con el tiempo. Un hogar seguro no tiene por qué ser poco atractivo: las modificaciones pueden ser lindas y elegantes. Si vas a emplear un contratista, busca uno que tenga experiencia comprobada en este tipo de trabajos. En el directorio de la National Association of Home Builders podrás encontrar contratistas con la designación CAPS. Considera también la Guía HomeFit de AARP y la Aplicación HomeFit AR (enlace en inglés) y recorre la casa para identificar los cambios que debes realizar.

Piensa en las siguientes mejoras:

  • Entradas sin escalones. Esto facilita el acceso a la casa de quienes usan sillas de ruedas o andadores y hace más fácil el traslado de equipos médicos, compras del supermercado o maletas. Si eso no es posible, considera un umbral o una rampa completa, o un ascensor.
  • Dormitorio y baño en la planta baja, o un ascensor. Las escaleras se pueden volver difíciles de utilizar, además de inseguras. Si no puedes instalar un dormitorio y baño en la planta baja, considera instalar un ascensor.
  • Barras de agarre en el baño e inodoro elevado. La seguridad del baño y su accesibilidad son prioridad número uno. Un asiento para la ducha también puede ser útil, y, de ser posible, lo mejor es una ducha sin borde.
  • Lavadora y secadora en el mismo piso que el dormitorio y el baño. Si el área de lavandería está en el sótano, podría ser hora de crear una en un piso superior.
  • Puertas y pasillos amplios. Yo hice instalar bisagras desplazadas en las puertas, lo que agregó justo el espacio suficiente para que pueda pasar una silla de ruedas o un andador.
  • Enchufes, controles, perillas e interruptores de fácil acceso. Los interruptores de luz, termostatos, grifos y perillas de gabinetes y puertas se pueden colocar más abajo, y los enchufes se pueden elevar para que todo sea accesible tanto desde una posición sentada como estando de pie.
  • Encimeras de alturas diferentes. En la cocina y el baño, la altura de las encimeras puede hacer más cómodo estar de pie o utilizar un banquillo sin tener que flexionarse y tensionar la espalda, pero otras personas podrían estar en silla de ruedas o necesitar estar sentadas.
  • Manijas y perillas fáciles de usar. Los picaportes son más fáciles de usar para quienes tienen artritis en las manos.
  • Más iluminación. Las áreas mal iluminadas pueden provocar caídas.

2. Haz que la seguridad siempre sea una prioridad

Cada año, 1 de cada 4 adultos mayores de 65 años se cae, por lo cual es primordial prevenir las caídas. Muchas de las modificaciones recientemente mencionadas ayudan a evitar este tipo de accidentes. Y a veces, un simple ajuste puede ayudar. Por ejemplo, yo le quité las ruedas a la silla de mi padre para que no se moviera cuando él se levantaba. Nuestra sala está en desnivel, y una amiga que vino de visita una vez se resbaló en el borde y se fracturó las costillas. Para evitar que eso sucediera de nuevo, coloqué muebles a lo largo del borde para que mis padres no pudieran resbalarse allí.

Evitar que un ser querido se pierda también es crítico. Los monitores y sistemas de alerta pueden ser una gran ayuda cuando una persona sufre de demencia. Yo coloqué un detector de movimiento en el pasillo, por lo que me enteraba si mi padre, que sufría de Alzheimer, pasaba por allí. Además, coloqué una alfombra con alarma junto a su cama. Para mi madre, tenía alarmas en la cama y en los almohadones de los sillones. Incluso una simple alarma en la puerta —que puedes conseguir en la ferretería local— puede aportar tranquilidad. Estas alarmas también pueden ayudar a evitar caídas si la persona no puede desplazarse sola en forma segura por la casa.

Los aparatos médicos y los productos que asisten con la movilidad, como bastones, andadores, sillas de rueda y asientos para la ducha, a menudo son la clave para evitar las caídas. Las sillas elevadoras, las rampas de entrada y los elevadores para sillas de ruedas también pueden ser útiles.

3. Los dispositivos y las aplicaciones para cuidados están cambiando rápidamente la atención en el hogar

Prueba a utilizar la tecnología de las siguientes formas:

  • Sistemas de alerta médica (o sistemas personales de respuesta para emergencias). Existe una gran variedad de opciones, incluso con seguimiento de GPS y detección automática de caídas.
  • Monitores, alertas y alarmas. Las alertas incluyen detectores de movimiento, monitores de video y audio, alarmas para alfombras y colchones, alarmas para puertas, alertas para las hornillas de la cocina y organizadores y dispensadores inteligentes de medicamentos. Existen sistemas integrados que combinan todas estas funciones. Un sistema inteligente de seguridad para el hogar se puede sincronizar para trabar o destrabar puertas, controlar y modificar la temperatura en el hogar de un ser querido, vigilar quién entra y sale e incluso subir o bajar las cortinas de las ventanas en forma remota.
  • Herramientas de monitoreo de la salud. Hay una variedad de aplicaciones y dispositivos que vigilan la presión arterial, el nivel de azúcar en sangre, el peso, la nutrición y otros parámetros de salud, y algunos pueden enviarles reportes a los médicos.
  • Las aplicaciones pueden asistir en la comunicación entre los integrantes del equipo de cuidados, crear listas de medicamentos y proveer recursos o consejos. También hay aplicaciones para coordinar servicios de transporte y encontrar cuidadores remunerados.
  • Conexiones.La tecnología que ayuda a combatir el aislamiento en casa hace que a tu ser querido le resulte más fácil conectarse con amigos y familiares por videollamadas y a través de altavoces inteligentes.

4. Averigua sobre los servicios de atención domiciliaria

Investiga qué asistencia puede estar disponible en tu Agencia del Área sobre Envejecimiento, el Departamento de Asuntos de Veteranos u otras organizaciones comunitarias. La fisioterapia, la terapia ocupacional, la fonoaudiología y la musicoterapia son servicios que se pueden proporcionar en el hogar. Por lo general, la limpieza y organización de la casa y la entrega de comidas son unas de las primeras cosas para las que las personas necesitan ayuda con el paso de los años. Otros servicios útiles para el cuidado en el hogar incluyen médicos, radiografías y pruebas de laboratorio a domicilio. Además, los asistentes de cuidado en el hogar pueden ayudar con actividades como bañarse, asearse y vestirse. Si tu ser querido es un veterano, averigua sobre los servicios primarios en el hogar y los servicios de salud a domicilio del VA.

5. Haz las averiguaciones pertinentes cuando contrates a cuidadores remunerados

Es maravilloso tener ayuda, y hay muchas personas bondadosas y dedicadas dispuestas a proporcionarla. Sin embargo, por supuesto, hay otras que no son tan confiables: mi madre tuvo varias caídas debido a cuidadores remunerados sin capacitación, y uno le robó las joyas. Cuando contrates a cuidadores, asegúrate de verificar sus antecedentes y obtener referencias, y supervisa con cuidado su trabajo. Haz visitas —preferiblemente en momentos inesperados— para ver cómo le va al profesional o voluntario que está yendo al hogar.

A medida que cambian las necesidades de tu ser querido, puedes aumentar el apoyo que le brindas en la casa en forma creativa. Mi padre vivió conmigo seis años; falleció a los 94 en su propia cama, rodeado de sus hijas, con el apoyo de servicios paliativos provistos a través del VA. Estoy muy agradecida por haber podido cumplir sus deseos y cuidarlo en casa. En retrospectiva, si bien fue difícil, no me arrepiento de nada; en conjunto, fue una experiencia sumamente enriquecedora.

Amy Goyer es una experta de AARP en asuntos de la familia y el cuidado de los seres queridos, autora del libro Juggling Life, Work and Caregiving. Te puedes conectar con Amy en FacebookTwitter, en la comunidad de AARP en internet y en el grupo de AARP para cuidadores familiares en Facebook (enlaces en inglés).

Fuente: https://www.aarp.org/espanol/recursos-para-el-cuidado/prestar-cuidado/info-2021/seguridad-herramientas-tecnologia-casa-adulto-mayor.html

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