La templanza y la experiencia son activos vitales para afrontar los momentos difíciles.

por ANA MUÑOZ VITA

El 31% de las iniciativas emprendedoras consolidadas son impulsadas por personas entre los 55 y los 64 años y el 39%, por perfiles que oscilan entre los 45 y los 54 años, según el Global Entrepreneurship Monitor. “El conocimiento, la experiencia y los contactos adquiridos durante la experiencia profesional, unidos a sus competencias, son algunas de las ventajas que favorecen el éxito de los proyectos de estos grupos de edad”, expone Ana Margarito, socia de 60ymucho+, quien, a pesar de todo, hace hincapié en la importancia de fomentar las sinergias intergeneracionales.

Las dos grandes fallas del emprendimiento nacional: género y edadismo -  Emprendedores.es

Es esta experiencia vital la que hace que este colectivo sea un activo especialmente vital en momentos de crisis e incertidumbre como el actual. Así lo cree también la directora de proyectos de Fundación Endesa, Gloria Juste. La compañía lanzó hace unos años Savia, un programa para tratar de conceder una segunda oportunidad a las personas que salieron del mercado laboral de manera prematura. Ahora han abierto –hasta el 15 de noviembre– la segunda convocatoria de los Premios +50 Emprende, cuyo objetivo es reconocer, impulsar y asesorar a las mejores ideas empresariales. En esta ocasión, se valorarán positivamente los proyectos que tengan como finalidad paliar las consecuencias económicas, sociales o sanitarias provocadas por el coronavirus.

Juste insiste en que el saber hacer de los mayores es especialmente relevante en un momento de inestabilidad como el actual. “Si se les deja, se demostrará que tienen mucho que aportar a la sociedad, porque ya han pasado otras crisis y están más acostumbrados a resolver problemas y a adaptarse a los cambios”, comenta la directiva. Esta amplia trayectoria proporciona una mayor capacidad crítica y más templanza a la hora de tomar decisiones. “Los caminos que elijamos seguir en estos momentos son vitales, no podemos jugar con fuego, por eso la experiencia y la calma de estos perfiles son valores en alza”, concluye.

Sin embargo, gran parte de las personas de este colectivo que acaban emprendiendo lo hacen por necesidad, porque se han quedado sin empleo y buscan una nueva oportunidad, conscientes de que, a su edad, el mercado laboral les da la espaldas, recuerda Margarito. Según Eurostat, en España, la tasa de actividad de las personas entre los 60 y los 64 años es del 45%, frente al 72% que se mantiene en Suecia. Un poco antes la diferencia sigue siendo notable: el 72% de los españoles entre los 55 y los 59 permanece activo, mientras que en Alemania y Suecia esta cifra alcanza el 83% y el 89%, respectivamente. Estos datos también preocupan al director de Deusto Business School, Iñaki Ortega, quien cree que la crisis agravará la situación. “Es muy probable que una gran parte de los ERTE pasen a ser ERE y los planes de recolocación de las grandes empresas van a afectar sobre todo a los más mayores. Estos tendrá que tratar de compensar los años que les quedan para jubilarse de alguna forma y el mercado no les va a ofrecer otra cosa que el emprendimiento”, sentencia.

Una salida que no es solo una cuestión de supervivencia, sino que puede traer grandes marcas. Es el caso de Ricardo Fisas, quien fundó Natura Bissé a los 50 años porque estaba en paro y no encontraba trabajo, ilustra Ortega. “Un sénior te va a solucionar el reto de la manera más rápida posible porque ya lo ha hecho antes. Claro que esta crisis será muy diferente, pero aprendes a relativizar, a no ahogarte en un vaso de agua”, apunta Gonzaga Avello, socio y fundador de Connecting Visions.

Algunos, incluso, han puesto este conocimiento y experiencia acumulada al servicio de los demás. Es el caso de Secot, una organización formada por expertos voluntarios que se dedica a asesorar a quienes quieren empezar su propio negocio. “Cuando te jubilas pierdes mucha influencia en la sociedad, la que antes podías tener a través de tu puesto de trabajo. Eso es lo que nos mueve a quienes trabajamos en Secot”, comenta el presidente de la asociación, Inocente Gómez. Durante estos meses, han trabajado recogiendo y actualizando información sobre el nuevo marco legal que se ha generado como consecuencia del coronavirus, además de lanzar un servicio de asesoramiento gratuito exprés –que se suma al que ya ofrecían como parte de su razón de ser– para atender las dudas relacionadas con esta materia.

Fuente: https://cincodias.elpais.com/cincodias/2020/08/19/fortunas/1597860139_086179.html


Las dos grandes fallas del emprendimiento nacional: género y edadismo

por ANA DELGADO

No hace falta bajar el nivel para encontrar grandes emprendedores entre las mujeres y las personas mayores de 50 años, porque los hay muy grandes. El problema es que el ecosistema tiende a no saber buscarlos dando la espalda a un potencial que beneficiaría mucho al tejido emprendedor nacional.

La recuperación económica del país no puede prescindir de la mitad de la población que es, aproximadamente, lo que corresponde al género femenino. Tampoco puede permitirse el lujo de ignorar el talento y la experiencia senior, una catalogación que se aplica a aquellos que han sobrepasado la edad de los 50 años.

Sin embargo, tanto en un caso como en otro, el ecosistema tiende a ignorarlos ensalzando solo aquellos emprendimientos de éxito acometidos, mayoritariamente, por varones jóvenes. No se hace adrede. La realidad es que estos últimos están mucho más representados en el mapa del emprendimiento español que los dos primeros, pero ello no quita para arbitrar políticas e iniciativas que estimulen la actividad emprendedora de mujeres y seniors porque todo ello revertirá en el bien común. Sobre todo porque ningún hecho demuestra que el fracaso vaya a ser mayor en estos colectivos

El caso del emprendimiento femenino

La igualdad de género en la creación de startups es una prioridad clave en el diseño de las políticas públicas del Gobierno de España actual. Así lo plasma la Agenda Digital 2025. En esta línea se han articulado algunas medidas, como la Línea de Financiación de Emprendedoras Digitales abierta este año por Enisa dotada con un total de 50 millones de euros. 

El objetivo es impulsar la presencia de las mujeres en el tejido emprendedor para abordar la transformación del país aprovechando todas las fuerzas disponibles, en este caso la mitad de la población. Datos como los que puso de manifiesto Carme Artigas, Secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, con motivo de la presentación de la nueva línea de Enisa así lo revelan. Estos son algunos:

Solo el 16% de las startups europeas están formadas por mujeres. En el caso de España, el porcentaje es del 13% y, aunque está un poco por encima de otros países vecinos, sigue denotando una brecha profunda.

-Si se cerrase la brecha. Audió en este sentido la Secretaria de Estado a un estudio correspondiente a PwC según el cual, si lográsemos cerrar la brecha de género en el emprendimiento digital español se produciría un incremento del 18% en el PIB (Producto Interior Bruto) español.

-Un 23% menos de financiación. Además de estar menos presentes en el ecosistema, las mujeres que de animan a acometer el desarrollo de un proyecto emprendedor suelen tener más problemas para encontrar financiación. La cifra que apuntó Artigas apunta a un 23% menos de financiación, como promedio, en las startups lideradas por mujeres. \n\n

-El apoyo en las 3 F’s. La consecuencia de esa falta de respaldo financiero, tanto a título particular como institucional, es que el 60% de las mujeres emprendedoras acuden a las 3 F’s -amigos, familiares y conocidos- como primera fuente de apoyo económico para acometer los proyectos.

-El 62% de las mujeres emprenden solas. Es otra de las particularidades que acompañas muchas veces al emprendimiento femenino entendido más como solución de autoempleo que les permita conciliar la vida familiar que con visos de crear un proyecto empresarial competitivo y con visos de crecimiento. De aquí que, según Artigas, el 62% de las mujeres emprendan en solitario.

-Un 26% de mortalidad frente a un 57% de los proyectos liderados por hombres. Es el porcentaje que baraja la Secretaria de Estado quien facilitó esta cifra muy relevante, aunque reconoció que los proyectos acometidos por mujeres tienden a asumir menos riesgos.

El emprendimiento senior y el mising entrepreneur

Al emprendimiento senior le dedicó un monográfico el último informe GEM España 2020-2021. Según este, la Tasa de Actividad Emprendedora (TEA) senior en España en este sexenio 2015-2019 se sitúa en el 3,2%, cifra algo por debajo de la mostrada por el colectivo más joven (18-24 años) y muy inferior al resto de los colectivos, que ha oscilado en el rango comprendido entre el 5,6% (45-54 años) y el 8,1% (25-34 años). 

Pero, al margen de la edad, el emprendimiento en este colectivo tiene también sus propias peculiaridades:

-Más por necesidad. La expulsión del mercado laboral se halla entre los principales motivos que impulsan a este colectivo a emprender. Según el informe, durante el periodo analizado, en torno a 3 de cada10 personas emprendedoras senior iniciaron su actividad emprendedora por necesidad. 

1,6 millones de mising entrepreneur. Teniendo en cuenta la baja actividad emprendedora en una pirámide poblacional en la que este colectivo no para de ganar peso, se calcula que el ecosistema nacional está perdiendo la oportunidad de aprovechar a 1,6 millones de personas que potencialmente podrían ser emprendedores. A ellos se refirió Alfonso Jesus Torres, docente, investigador y coautor del monográfico Emprendimiento senior, en un debate celebrado después de la presentación del informe.

-Tase de éxito mayor. Fue otra de las observaciones que aportó el profesor Torres quien aseguró que la tasa de éxito de los emprendedores senior supera con crecer a la de los denominado junior.

-Fortalezas: la experiencia, cierto capital intelectual, un nivel adquisitivo generalmente mayor y ganas de hacer que se cumplan sus sueños son algunos de los puntos fuertes del colectivo a la hora de emprender.

-Las barreras. Además de los posibles prejuicios sociales y culturales existentes, otra de las principales barreras que traban el emprendimiento senior son las barreras administrativas. Desde el punto de vista regulatorio, el sistema de la Seguridad Social ofrece a los mayores de 65 años la posibilidad de permanecer en la actividad con cotizaciones sociales reducidas. La ley permite cobrar la pensión de jubilación mientras se emprende un negocio. Para poder acceder a ella hay que tener 65 años y al menos 36 de cotización. 

Fuente: https://www.emprendedores.es/gestion/emprendimiento-ecosistema/

Deja una respuesta