por Marta Álvarez – Sevilla
- Tienen entre 55 y 77 años y comparten una filosofía de vida: quieren una vejez activa, tomando sus propias decisiones y lejos de residencias de mayores
- Una cooperativa de amigos de Sevilla ha puesto en marcha un proyecto de ‘cohousing’: viviendas privadas, adaptadas y autosuficientes, pero con unas zonas comunes especialmente diseñadas para facilitar las necesidades de la vejez
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¿Cómo me desenvolveré cuando aparezcan los achaques y limitaciones de la edad? ¿Podrán mis hijos ayudarme? ¿Terminaré solo? Son algunas de las preguntas y miedos que surgen a determinada edad y que han llevado a un grupo de amigos sevillanos a poner en marcha un modelo de vida, basado en compartir lugar de residencia, cuidados y tareas. Es la llamada ‘covivienda’ o ‘cohousing’ senior, extendida ya en otros países.
En total, 48 personas con edades comprendidas entre los 55 y los 77 años y con una idea muy clara: no quieren pasar su vejez dependiendo de la familia o en una residencia de mayores. Por eso, hace algo más de tres años crearon la cooperativa Abante Jubilar Sevilla, con el fin de llevar a cabo su proyecto. En la localidad de Mairena del Aljarafe, a 11 kilómetros de Sevilla, han encontrado el terreno sobre el que construirán un conjunto de residencias privadas, adaptadas y autosuficientes, pero con unas zonas comunes especialmente diseñadas para facilitar la convivencia y sus necesidades.
Pilar Araúz, junto con su marido, es una de las integrantes de esta filosofía de vida. “Hay que prepararse para la vejez y es importante hacerlo con tiempo, cuando todavía eres capaz de autogestionar tu futuro, sin que nadie decida por ti”, explica a NIUS. Ella tiene 62 años y la experiencia con sus padres la llevó a plantearse cómo quería pasar esta etapa de su vida.
De momento, solo es una parcela pero se prevé que las viviendas sean una realidad en tres años. Cada casa tendrá aproximadamente 70 metros cuadrados y contará con dos baños, dos habitaciones y una pequeña cocina. “La idea es que cada unidad residencial tenga lo indispensable para vivir”, señala Pilar. Porque la cocina, el comedor y los salones comunitarios serán el centro del proyecto y la base de esa convivencia. De esta forma, cada uno tendrá su casa, con su independencia, pero compartirán las zonas comunes.
Las edades de los socios abarcan una amplia franja para evitar que el proyecto sea viable y, de momento, no hay nadie dependiente. “Es uno de los requisitos para acceder, ya que necesitamos que todos trabajemos en esto y es necesario un compromiso”, apunta. No obstante, en un futuro, se plantean contratar personal sociosanitario cuando sea necesario. “Queremos terminar aquí nuestros días”, insiste.
Paco Ortíz (62) y su mujer (59) también han optado por esta forma de vida. Tienen dos hijos y seis nietos, pero tienen claro que no quieren ser una carga cuando lleguen los achaques de la edad. “Soy empresario, estoy acostumbrado a tomar mis propias decisiones. Tengo claro que no quiero terminar en una residencia ni que nadie decida por mí dónde tengo que pasar mis últimos días“, nos explica. Por eso, esta fórmula es, para ellos, la solución perfecta: “Al final, es vivir con gente que conoces y con la que compartes una filosofía de vida. Eso, y mucha tolerancia para que la convivencia sea exitosa”.
Cada socio va a invertir 160.000 euros y tendrá la residencia en cesión de uso mientras viva en ella, siendo la cooperativa la propietaria del conjunto. El día que alguno falte será ésta la que decida qué otra persona se incorpora al proyecto. “En este caso, los herederos recuperarían el dinero entregado por quién allí viviera, en el momento en que entre un nuevo cooperativista a vivir”, apunta Pilar.
La parcela tiene unos 10.000 metros cuadrados y la mitad será ocupada por las viviendas en un edificio adaptado de dos plantas. El resto del terreno está a la venta e invitan a que otros interesados en el ‘cohousing’ puedan poner en marcha su propio proyecto.
Una nueva filosofía vital. Personas interesadas en envejecer de forma activa, manteniendo su estilo de vida y la toma de decisiones, lejos de las fórmulas tradicionales de dependencia familiar o de instituciones residenciales. Una comunidad de amigos que serán familia, en el día a día, y cuya base es cuidarse los unos a los otros.