Ante este escenario, el Ministerio de Salud (MSP) recomienda a la población 10 medidas a tener en cuenta para hacerle frente y mitigar su impacto en la salud.
por Ministerio de Salud Pública de Uruguay
- Evitar la actividad física al aire libre entre las 10:00 y las 16:00 horas, así como exposición a los rayos solares en la playa y espacios al aire libre.
- Ingerir abundante líquido aunque no tenga sed, ofrezca a los niños más agua y líquidos de lo habitual y a los bebés lactancia a demanda.
- Permanecer en el espacio más fresco de la casa o a la sombra en exteriores.
- Evitar comidas cuantiosas y calientes. Prefiera comidas ligeras en base a verduras y frutas, optando por porciones chicas.
- Mantener los alimentos en la heladera y extremar medidas de higiene de manos previo a manipularlos y consumirlos.
- Evitar el consumo de bebidas alcohólicas.
- Tomar 2 o 3 duchas refrescantes por día o refrescarse con paños húmedos.
- Usar ropa holgada, ligera, de colores oscuros, sombrero, lentes de sol y protector solar de alta protección.
- Evitar la permanencia prolongada de niños, personas mayores y animales dentro del auto, especialmente estacionado.
- Contactarse frecuentemente con familiares, amigos o vecinos ancianos, con discapacidad o enfermedades crónicas que viven solos o permanecen solos durante varias horas en el hogar, para monitorear su estado de salud.
¿A quiénes afecta la ola de calor?
Afecta a todas las personas, pero las más vulnerables son:
- Niños. Sobre todo menores de 6 años.
- Adultos mayores de 65 años.
- Personas con enfermedades crónicas como hipertensión arterial, diabetes, obesidad, cardiópatas y consumidores de alcohol.
- Personas con discapacidad.
- Quienes realizan trabajo de esfuerzo físico intenso al aire libre.
- Personas que practican deportes al aire libre.
Es importante identificar y conocer algunos de los síntomas más frecuentes del exceso de calor. Estos son:
- Calambres
- Agotamiento
- Dolor de cabeza
- Náuseas y/o vómitos
- Deshidratación: decaimiento intenso, postración, piel seca, boca y/o lengua seca, ojos hundidos, en los niños pequeños llanto sin lágrimas y fontanela (mollera) hundida, sed intensa. Puede presentar presión arterial baja y pulso rápido.
En caso de sentirse mal, contáctese inmediatamente con su prestador de salud.