Estudiantes y profesores no se ponen de acuerdo sobre si el célebre chatbot de inteligencia artificial, ChatGPT, es una herramienta de investigación o un propulsor del engaño.

La inteligencia artificial podría ser más tonta que los humanos. Sí, incluso ChatGPT. Esa es la conclusión a la que llegó el estudiante Kai Cobbs, apenas en su segundo año de carrera en la Universidad de Rutgers, en New Jersey, Estados Unidos.

Después de escuchar a sus compañeros hablar maravillas de la ya célebre herramienta de inteligencia artificial generativaChatGPT, Cobbs decidió jugar con el chatbot mientras escribía un ensayo sobre la historia del capitalismo. Puesto que ChatGPT es conocido por su capacidad para generar contenidos escritos extensos en respuesta a preguntas del usuario, Cobbs esperaba que produjera una contestación matizada y reflexiva a sus específicas indicaciones de investigación. Pero la pantalla le mostró un artículo genérico, y mal escrito, que él nunca se atrevería a presentar como propio.

Fuente: https://kwfoundation.org

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