por Gustavo Tejera
Hace 20 años concebimos una idea que aún sigue siendo innovadora y disruptiva.
En 2003 los recursos informáticos de clase mundial eran excesivamente caros. Hoy abundan. La irrupción de la IA generativa ha repartido nuevamente las cartas casi desde cero empoderando la experiencia por encima del expertise puntual de millenials y posmilénicos. Prompt Engineering es la profesión de moda, y no pasa por conocer el último tip de Java, Phyton o Rust.
El KW Project fue la génesis de KW Foundation, KW Lab, KW Builder, KW HealthStudio, Canopus Senior Health y e4g.la.
¿Dónde están quedando las oportunidades para el reconocimiento de miles de millones de personas que saben sobre buenas prácticas y quedaron “fuera” de la Sociedad Digital? Absolutamente no van a ningún sitio excepto a los “oráculos” de las Big Tech y, ahora, a los patrones numéricos que hacen “inteligente” a ChatGPT.
El KW Project es resiliente y, lo desarrollemos en esta geografía o en otra, puede ser un faro que amortigüe el choque brutal de los RRHH y el desempleo. La pandemia del Covid-19 ha acelerado los cambios en la producción y logística de contenidos, servicios y productos. De esto no hay duda, como tampoco la hay sobre la exacerbada concentración de la riqueza en quienes estaban preparados para absorber tanta demanda.
Hoy en día el KW Project se comienza a desarrollar por el lado más exigente: el académico. La interoperabilidad sintáctica y semántica necesita preparar a los profesionales de todas las áreas, integrándose al lenguaje natural desde el momento uno de los planes de estudio.
Pensando en su búsqueda de capital, KW Project integra el concepto KW Lab, un nuevo hito en este desafiante (y brutal) camino rumbo a la clase mundial de los nuevos profesionales y los datos abiertos de los Estados.
No creo en las actitudes mesiánicas ni fundamentalistas, ni en la eternidad de los modelos de negocio o acciones humanistas. Todo cambia. La forma de contruir conocimiento reusable, inteligente e inclusivo… también.
Brindo por la evidencia que puede derrumbar la forma antinatural de hacer política y el cortoplacismo nacionalista de corporaciones y gobiernos. Las paradojas no existen en la naturaleza, pero el hombre ha hecho de ellas una forma de ignorar su enorme responsabilidad sobre el medio ambiente y sus recursos.
Hasta el próximo hito…
Gustavo Tejera
Fuente: https://kwfoundation.org