Desde una perspectiva educativa, el riesgo se entiende como sinónimo de exploración. Los humanos, durante toda nuestra vida, debemos adaptarnos al mundo físico y social que nos rodea. La exploración mediante los sentidos (vista, oído, tacto, olfato y gusto) brinda a los niños y las niñas la posibilidad de conocer las propiedades y la funcionalidad de los objetos, así como construir un sentido del mundo y entender qué implica formar parte de él.

por Alejandro Cano Villagrasa – Profesor en el Grado de Logopedia y Psicología, Universidad Internacional de Valencia

Fuente: https://kwfoundation.org

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