Una o dos jornadas ‘maratonianas’ para buscar en equipo soluciones a problemas específicos: los ‘hackatones’ vienen del mundo de la informática y tienen mucho potencial para la formación docente.
por Cristina García Ruiz, Universidad de Málaga
- ¿Qué son los hackathones?
- ¿Para qué sirve un hackathon educativo?
- ¿Cómo podemos aplicarlo en la formación del profesorado?
- Principales desafíos
- Diez pasos para implantar el enfoque tecnológico y científico en las aulas
- Desarrollo social y económico
- Entender el entorno
- 1. Formar a los docentes
- 2. Nuevas metodologías en el aula
- 3. Situaciones de aprendizaje
- 4. Enfoque global
- 5. Evaluar alumnos y centros
- 6. Perspectiva transversal
- 7. Promover la participación de las niñas
- 8. Llevar al centro educativo el mundo real
- 9. Concienciar a las familias
- 10. Aprendizaje informal

En un panorama educativo en constante evolución, caracterizado por el avance tecnológico y los cambios en las necesidades sociales y educativas, los enfoques tradicionales de enseñanza se enfrentan a un escrutinio cada vez mayor. En el caso de la educación científica, la necesidad de una alfabetización científica y la creciente demanda de profesionales de áreas STEM hacen necesaria la búsqueda de nuevas estrategias docentes para que el futuro profesorado consiga involucrar e inspirar al alumnado en materias relacionadas con las ciencias y la ingeniería.
En esa búsqueda, en los últimos años el hackathon se ha incorporado a los programas de formación del profesorado. Se trata de encuentros en los que diferentes participantes, trabajando colaborativamente, ofrecen una solución a un reto planteado en un breve espacio de tiempo.
Originario de la industria tecnológica, ofrece experiencias de aprendizaje prácticas e inmersivas que promueven la colaboración, la creatividad y la innovación en el diseño de materiales educativos.
De esta forma, el futuro profesorado puede desarrollar las habilidades y competencias profesionales necesarias para mejorar su eficacia docente y generar un impacto positivo en el aprendizaje de su alumnado.
¿Qué son los hackathones?
Los hackathones surgieron a lo largo de los años 90 del pasado siglo en la industria tecnológica, donde originalmente se utilizaban para crear prototipos rápidos de soluciones de software. Conocidos por su naturaleza dinámica y colaborativa, son cada vez más reconocidos como una potente herramienta para impulsar la innovación en diversas disciplinas.
Actualmente su aplicación ha trascendido a otras áreas, convirtiéndose así en una plataforma versátil para la resolución de problemas y la generación de ideas en ámbitos relacionados con la salud, el emprendimiento o la sostenibilidad.
El desarrollo de un hackathon implica la formación de equipos de trabajo que abordarán el desafío propuesto y buscarán soluciones contemplando el pensamiento sistémico con la interrelación entre ideas, lógicas y posiciones contradictorias o incompatibles. Al final de la sesión, cada equipo presenta formalmente sus propuestas, que se valoran en términos de viabilidad, diseño y originalidad.
¿Para qué sirve un hackathon educativo?
En el ámbito de la educación, el hackathon ofrece una oportunidad de innovación educativa, proporcionando un espacio estructurado pero flexible para concretar materiales y enfoques educativos. A diferencia de los entornos de aula convencionales, el hackathon promueve la participación activa, el pensamiento crítico y la experimentación práctica. Se anima así a los participantes a pensar de forma innovadora, colaborar entre disciplinas y aportar ideas en tiempo real, un proceso que refleja la naturaleza de la investigación científica.
En el hackathon educativo, los principios básicos de su puesta en escena, como la intensidad, el trabajo colaborativo o el abordaje de proyectos de la vida real, contextualizados, se mantienen. Pero, además, se contribuye a fomentar una cultura de inclusión y diversidad, por la propia naturaleza multidisciplinar de los equipos, en la que cada participante tiene una perspectiva, enriqueciendo la experiencia de aprendizaje colectivo y aumentando exponencialmente la competencia digital docente.
¿Cómo podemos aplicarlo en la formación del profesorado?
El diseño de un hackathon educativo específico para profesorado en formación requiere considerar varios factores que garanticen su eficacia y relevancia. La selección de temas, la formación de equipos, la duración y los criterios de evaluación son aspectos clave.
Los temas deben alinearse con el plan de estudios y abordar desafíos relevantes para la educación, como el aprendizaje por indagación científica o la integración STEM.
Los equipos deben ser diversos, fomentando la colaboración interdisciplinar y enriqueciendo el proceso de resolución de problemas.
La duración del hackathon (que típicamente se realiza a lo largo de una o dos jornadas completas) debe permitir tiempo suficiente para la lluvia de ideas, la creación de propuestas y la presentación de soluciones, y los criterios de evaluación deben considerar la relevancia, la creatividad y la viabilidad de las soluciones propuestas.
Principales desafíos
A pesar de sus posibles beneficios, la integración del hackathon en la formación del profesorado supone algunos desafíos. Las limitaciones de tiempo, las propias creencias del profesorado o los problemas logísticos son barreras comunes que deben abordarse para garantizar el éxito de este tipo de iniciativas.
Las estrategias para superar estos desafíos incluyen brindar apoyo al profesorado y oportunidades de desarrollo profesional, integrar el hackathon en los programas formativos y establecer asociaciones con empresas y entidades que contribuyan a su puesta en escena.
Algunas experiencias de éxito han sido aplicadas en la formación del profesorado, con el desarrollo del Educathon®, en el que se potencian las habilidades de diseño de propuestas didácticas STEM a través de una selección de temáticas centradas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
Otros programas realizados con profesorado en ejercicio se han focalizado en la creación de propuestas de educación científica mediadas por el aprendizaje-servicio. También, como medio para concienciar sobre la importancia de la perspectiva de género en la educación STEM, creando recursos educativos dirigidos a visibilizar el papel de la mujer en la ciencia y la ingeniería. En todos los casos, los participantes revelaron una contribución al desarrollo de las habilidades blandas, una mayor confianza en su capacidad para diseñar propuestas innovadoras y una mejora en sus habilidades de colaboración en equipos docentes.
Por todo ello, el uso del hackathon educativo o educathon se perfila como una estrategia válida y prometedora para transformar la formación del profesorado y la competencia digital docente. Con su aplicación, se fomenta un clima de trabajo colaborativo que permite desarrollar las habilidades relacionadas con el diseño de propuestas didácticas y situaciones de aprendizaje.

Diez pasos para implantar el enfoque tecnológico y científico en las aulas
En las últimas décadas, nuestra sociedad ha cambiado de manera sustancial. Las respuestas a este cambio social a gran escala han sido variadas y desde diversos ámbitos.
por Laura Estévez-Mauriz – Profesora Ayudante Doctor en el área de Física Aplicada, Universidad de León; Roberto Baelo Álvarez – Profesor del área de Didáctica y Organización Escolar, Universidad de León
Los sistemas educativos han modificado su orientación para centrarse en el desarrollo de habilidades básicas que permitan a la ciudadanía desenvolverse en su entorno social. Estas habilidades se identifican con una serie de competencias que van más allá del conocimiento teórico, y que engloban tanto el saber hacer como el saber ser en nuestra sociedad.
Entre estas competencias fundamentales encontramos las relacionadas con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, denominadas competencias CTIM (acrónimo de los términos Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, STEM en inglés).
Desarrollo social y económico
Diferentes trabajos coinciden al señalar que el aumento de las competencias científicas, matemáticas y tecnológicas en la ciudadanía redunda en un mayor desarrollo social y económico, tanto a nivel personal como de la sociedad en su conjunto.
El impulso de las competencias CTIM en Europa ha permitido aumentar en 2,5 puntos porcentuales la media de titulados en educación superior por cada 1 000 habitantes de entre 20 y 29 años, pasando del 18,5 % en el año 2014 a 21 % en el año 2020.
En América Latina y el Caribe se requiere de mayores esfuerzos, ya que, a pesar de que hablamos de estudios relacionados con profesiones con mayores ingresos, los informes de la National Science Foundation y de la OCDE reflejan una mayor presencia de países de esta zona en la parte inferior de la lista respecto a la parte superior en cuanto a titulados universitarios de ámbitos CTIM.
La región se queda rezagada en los campos de estudio CTIM, principalmente en ciencias físicas, biológicas, matemáticas y estadísticas, con tasas de matriculación que oscilan en torno al 2 % en comparación con la de países como Reino Unido, India o Estados Unidos de América, que van del 10 % al 18 %.
Entender el entorno
El currículo educativo de España, siguiendo las prescripciones de la UE, ha incluido la competencia matemática y en ciencia, tecnología e ingeniería como una de sus competencias clave.
Esta competencia ayuda a comprender el entorno y los sucesos que en el mismo acontecen desde una perspectiva global. En la base de las competencias CTIM encontramos habilidades como la comprensión y aplicación del razonamiento lógico matemático, la observación, la experimentación, el análisis, la síntesis, el diseño y el pensamiento computacional, entre otras. Estas destrezas resultan claves para explicar, entender, desarrollar o dar solución a los retos que nuestra sociedad afronta.
Aunque resulta evidente la importancia que las competencias CTIM tienen en nuestra sociedad, dicha evidencia no es tan generalizable a la hora de afrontar su desarrollo.

Es evidente que se trata de un problema complejo y con múltiples perspectivas. No obstante, proponemos a continuación diez actuaciones que contribuyen al desarrollo y adquisición de las competencias CTIM en las etapas de educación Primaria y Secundaria:
1. Formar a los docentes
Los profesores marcan la diferencia. Por lo tanto, se debe comenzar por dotar de medios al profesorado para que se forme, diseñe y ponga en funcionamiento metodologías activas que favorezcan el acercamiento y despierten el interés de los estudiantes por los ámbitos CTIM.
2. Nuevas metodologías en el aula
Utilizar metodologías como el aprendizaje por indagación favorece que los estudiantes encuentren relaciones causales entre fenómenos. La observación, la realización de experimentos y la utilización de recursos tecnológicos permiten experimentar y aprender de una manera práctica y significativa.
3. Situaciones de aprendizaje
Integrar en las situaciones de aprendizaje componentes que favorezcan la colaboración, la cooperación, las habilidades comunicativas y las competencias transversales fundamentales. Con estas situaciones se fomenta la participación de los estudiantes en la construcción de su aprendizaje.
4. Enfoque global
Abordar el desarrollo de las competencias CTIM desde una perspectiva global y no de manera segmentada. La adquisición y desarrollo de las competencias CTIM de manera integrada mejora los resultados de los estudiantes, la motivación por aprender y aumenta el interés profesional en el ámbito CTIM.
5. Evaluar alumnos y centros
Desarrollar herramientas y sistemas de evaluación que permitan conocer el progreso de los estudiantes en relación con el proceso de adquisición de las competencias CTIM desde una perspectiva global.
Las administraciones educativas han de establecer una serie de parámetros y referentes que permitan conocer y categorizar el nivel de desempeño de un centro educativo en relación con las competencias CTIM.
En ambos casos, estos sistemas contribuirán al establecimiento de objetivos y planes de mejora, en virtud de los resultados alcanzados.
6. Perspectiva transversal
El desarrollo de propuestas CETIAM (CTIM más la A de arte), que incluyen perspectivas artísticas y de diseño, así como la integración en enfoques más amplios, como el denominado SHAPE (en inglés, Ciencias sociales, Humanidades y Arte para las Personas y para la Economía) impulsan la comprensión de nosotros mismos, de los demás, así como del mundo y los fenómenos que nos rodean.
7. Promover la participación de las niñas
Existe un tradicional sesgo que hace que mujeres, minorías étnicas y miembros de los estratos socioeconómicos más bajos tengan menos presencia en los estudios y profesiones relacionadas con las disciplinas CTIM.
Los recursos y las oportunidades han de estar disponibles para todos los estudiantes, independientemente de su condición. En este sentido, es importante visibilizar y promover la participación de estos colectivos, contribuyendo a la eliminación de los estereotipos de género, raciales y socioeconómicos.
8. Llevar al centro educativo el mundo real
Colaborar con asociaciones, empresas e instituciones del ámbito CTIM que planteen a los estudiantes retos, desafíos y problemas reales cuya solución requiera de la puesta en práctica de sus competencias y conocimientos en el ámbito CTIM. Estas colaboraciones, además, son una gran oportunidad para que los estudiantes puedan desarrollar sus habilidades emprendedoras en contextos reales.
9. Concienciar a las familias
Las familias y al entorno social deben ser conscientes de la importancia de las competencias CTIM en el desarrollo personal y profesional de los estudiantes. Este acercamiento favorece la colaboración y el diálogo entre los principales actores responsables de la educación de los jóvenes.
10. Aprendizaje informal
Fomentar la adquisición de aprendizajes más allá del currículo oficial. Favorecer la participación de los estudiantes en actividades extracurriculares (talleres, clubs, proyectos, etc.) en las que puedan profundizar en temas de su interés y desarrollar su creatividad y curiosidad.